Nos manifestaremos, como hicimos ayer.

La cambiante industria cinematográfica se ha visto afectada en los últimos años por una avalancha de cambios tecnológicos y sociales que han obligado a los cineastas y al propio cine a mutar para adaptarse al auge de las plataformas de streaming, de las inteligencias artificiales, y de la inmediatez esperada por el público. Es por ello que, debido a las malas condiciones que causan estas nuevas formas de comunicación, han decidido salir a luchar por lo que merecen.

El sindicato de guionistas de Hollywood (WGA) ya tiene experiencia en huelgas para conseguir que la industria se adapte, siendo 2007 el año de una de las primeras manifestaciones públicas de la lucha contra la injusticia de los salarios. Todo deriva de los pagos y los residuales, es decir, el salario mínimo de los guionistas y lo que ganaban por cada venta del formato físico, habiendo un gran cambio del VHS al DVD, siendo este último mucho más barato de producir, y por lo tanto, teniendo más ganancia. La huelga, en esta ocasión, viene a ser lo mismo; no por el cambio de un formato físico a otro, si no del formato físico al streaming. Los guionistas han manifestado que mientras antes por cada retransmisión de su guión en televisión o por cada venta de un DVD del mismo, podían recibir cheques de hasta cientos o miles de dólares, mientras que ahora los residuales han llegado a ser hasta de menos de diez dólares, sin contar las condiciones apresuradas de trabajo de la nueva forma de hacer cine y televisión que incrementa la ruptura de los acuerdos del sindicato. Esta huelga ha sido tan importante que programas como Saturday Night Live han parado su emisión hasta que sus compañeros guionistas no consigan el trato justo que merecen. ¿Por qué es esto importante? Este tipo de programas generan miles y millones de dólares a lo largo de una temporada, cuanto menos producen, menos ganan, cuanto menos ganan, más se debilita la industria, cuanto más se debilita la industria, más pueden conseguir los manifestantes, si ellos no están, la industria se deteriora, de hecho, durante el transcurso de la huelga, se ha dado una pérdida de aproximadamente 5.000 millones. Es por este motivo por lo que da tanto miedo el uso de herramientas como las Inteligencias Artificiales (IA). En un plano donde una IA puede generarte guiones automáticamente, los guionistas pueden que no sean tan necesarios, o eso se piensa.

Afortunadamente, tras una lucha de 146 días, parece que se pone fin a la huelga. Las negociaciones de la WGA con la asociación de productoras han durado cinco días, pero de ella han salido los acuerdos que de ahora en adelante serán la norma. Pese a esto, los más de 11.000 miembros de la asociación todavía no se han detenido: "Aunque estamos impacientes por compartir los detalles de lo que se ha conseguido, no podemos hacerlo hasta que no se hayan terminado de poner los últimos puntos sobre las íes", afirma la WGA. Entre estos acuerdos se han tratado puntos como la legislación del uso de las IA, el pago justo de residuales en plataformas de streaming, y la vuelta de las salas de guionistas, que poco a poco habían desaparecido con la saturación de trabajo de los últimos años.

Pero esto no acaba aquí, justo antes del fin de la huelga de guionistas, se unieron el Sindicato de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (SAG-AFTRA). El sindicato de actores no se ha quedado atrás con las manifestaciones, y también han salido a las calles a reivindicar su derecho al pago justo de residuales, y a una revisión tras caducar el convenio que se tenía con las grandes majors  de Hollywood. Esto implica que ningún actor saldrá en producciones nuevas, se pararán todos los rodajes que se encontraban en mitad de las grabaciones, y no se podrá hacer una promoción con los actores presentes. Esto se discute no tanto para las grandes estrellas de la industria, sino sobre todo para sus asociados, que tienen salarios mucho más bajos y con unas condiciones pésimas en comparación de los millones que ganan los grandes nombres. “Este es un momento histórico, un momento para la verdad. El modelo de negocio ha cambiado, y en algún momento, tienes que decir: no, no vamos a aceptar más todo esto”, afirmaba Fran Drescher, la directora del Sindicato de Actores. La IA también ha causado revuelo dentro del gremio actoral, existiendo un miedo a que estas nuevas formas tecnológicas, puedan sustituir el papel esencial de un actor en un producto. No son raros los casos de actores que ya han firmado para que puedan aparecer en productos recreados con IA o VFX en producciones futuras, incluso póstumamente, como es el caso de Bruce Willis, o la aparición de Christopher Reeve en la última entrega The Flash. 

Esta huelga, que ahora parece aislada en Estados Unidos, no ha hecho más que empezar. Poco a poco se darán más casos de diferentes países e industrias que seguirán los pasos precedidos por el gran gigante que es Hollywood, incluso habiéndose aprobado ya una huelga por los mismos motivos que afectan al sector del video juego, a los actores de captura de movimiento, y a los trabajadores de efectos especiales, habiendo formado estos últimos su propio sindicato. Si no luchamos por lo que nos merecemos en nuestros sectores, el mundo cambiará y avanzará, pero las condiciones en las que nos veremos envueltos serán las mismas siempre. Si no alzamos la voz para ser oídos, seremos un tronco que cae en mitad del bosque. Como cantaba Lisa Simpson: “Nos manifestaremos, como hicimos ayer. La fábrica es suya, pero nuestro el poder”.

Héctor Cortijo Fernández.